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"El agua quema las hojas" - ¿Mito? - Ciencia y experiencia

Actualizado: 15 ago 2021

En pleno día de verano, viendo como las plantas luchan, inmóviles, contra el calor y la radiación del sol, intuitivamente, muchas personas piensan en regar las plantas por encima para refrescarlas. Al oír esto, "los sabios" les advierten que al regar las plantas durante el día, el efecto lupa de las gotas de agua quemará las hojas.

Esto parece presentar cierta lógica. De alguna manera, esta creencia se ha aceptado e implantado en el conocimiento tradicional hortelano. Pero... ¿es real?


ESTUDIO:

Hasta el 2009, este tema no se había estudiado bajo los estándares de la ciencia. Fue entonces cuando un grupo de investigadores europeos decidió poner a prueba esta creencia. En su estudio, llevaron a cabo tres experimentos.


En el primero, cortaron hojas de arce, las pusieron sobre una superficie plana, las cubrieron con bolitas esféricas de cristal y las expusieron al sol en pleno verano. Exactamente porqué hicieron esto no queda del todo claro. Evidentemente, el efecto del sol sobre una hoja muriéndose cubierta de bolitas de cristal, será distinto que el efecto del sol sobre una hoja viva cubierta de gotas de agua, lo cual es, en teoría lo que se busca estudiar. Sí, claro, puede ser relevante para comprender la física de este experimento... ¡o quizá sólo despiste! Volviendo al experimento, como cabía esperar, observaron quemaduras severas en las hojas.



En el segundo experimento, y el más relevante, cogieron hojas de dos plantas distintas (ginkgo y arce), rociaron agua sobre su superficie, y las expusieron al sol.

El efecto: ninguno medible. ¿Por qué? Las gotas de agua sobre las hojas no forman esferas perfectas, por lo que su punto focal no se concentra sobre la superficie de la hoja. Según la forma de la gota, puede generar algo de foco, (se puede observar a ojo) pero el efecto refrigerante del agua contrarresta sobradamente el calor que pueda generar este efecto lupa.

En el tercer experimento, repitieron algo similar al anterior, pero esta vez usando hojas de salvinia natans una planta acuática con pelos hidrofóbicos (repelen el agua). Los investigadores eligieron esta planta porque sus características únicas la convierten en una de las pocas plantas capaces de mantener gotas en suspensión sin tocar la superficie de la hoja. Para que te quedes tranquil@, no hay planta de huerto que comparta estas características, al menos a mi conocer. Como era de esperar, los investigadores observaron que las gotas en suspensión fueron capaces de crear suficiente foco como para dañar la superficie de la hoja.


En base a estos tres experimentos, las conclusiones del estudio son menos claras de lo que deberían, si lo que buscaba era aportar claridad. Esa es mi crítica personal. La prueba es que este estudio se ha usado como prueba de que regar las plantas durante el día las puede quemar (ejemplo, ejemplo...). Lo cierto es que, en términos prácticos, el estudio demuestra que las gotas de agua sobre las hojas no pueden quemarlas. Está claro que si tienes plantas con pelos largos e hidrofóbicos deberás actuar en consecuencia, pero seguramente no sea el caso.


Por otra parte, la lógica nos dice que, si una gota es capaz de generar suficiente calor en la superficie con la que está en contacto, se evaporaría antes de generar daño alguno.


A nivel de experiencia directa, personalmente, he comprobado esta teoría una y otra vez. También podéis escuchar como os lo cuenta El Sembrador, un market gardener excepcional de Madrid. También lo enfatiza John Kempf (un pionero profesional del diagnóstico de cultivos) en esta entrevista.



¿Por qué es esto importante? - Implicaciones


Cuando las plantas son sometidas a altas temperaturas, sus procesos fisiológicos pasan de estar dominados por la fotosíntesis a ser predominados por la evapotranspiración (la planta intenta enfriarse, moviendo el agua a la superficie de las hojas, como hacemos nosotros al sudar). Por una parte, lo ideal es que la planta realice la fotosíntesis mientras pueda, ya que este es su mecanismo principal para adquirir y transformar energía. Por otra parte, ya que la planta necesita seguir adquiriendo energía para sostener el calor, empieza a catabolizar, extrayendo energía de sus propios carbohidratos y proteínas, lo cual debilita a la planta y la hace más susceptible a ciertas plagas.


Por supuesto, cada planta tiene un umbral distinto de resistencia al calor, pero en días veraniegos de calor intenso, a pleno sol, casi todas las plantas son susceptibles de pasar este umbral (quizá no sea cierto para algunas localizaciones más cercanas a la costa u otros microclimas, donde las temperaturas suelen ser más suaves).


Una de las maneras más eficaces de refrescar a nuestras plantas, como muestra El Sembrador, ¡es precisamente regar las hojas en mitad del día! Siempre cuidando de no saturar el suelo al humedecer las hojas. Las plantas que más se van a beneficiar de esto, en mi experiencia, son las hortalizas de hoja y las cucurbitáceas


¿Puede haber alguna contrapartida asociada a mojar las hojas a pleno sol? Quizá, sobre todo en relación a la aparición de hongos (mildiu, oidio, roya...), pero sospecho que mantener a nuestras plantas al 100%, siempre desembocará en mejores resultados y mejor resistencia a plagas. Vamos, que hay que seguir observando y estudiando, ¡pero por el agua no te preocupes!


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Referencias:







Entrevista a John Kempf: https://youtu.be/Pn8jm0cp6KQ


Catabolismo a altas temperaturas: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/34376671/


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